24 de marzo. El día de la memoria.

Para mi la derecha y la izquierda son lo mismo. Me repugna como grupos de un lado u otro, reivindican el uso de las armas, para imponer sus consignas con la muerte como herramienta. Detesto a los que repudian al proceso, pero respaldan dictadores de izquierda. Detesto a los que defienden el proceso y justifican sus asesinatos, sean 30.000 ó 5700. La vida no tiene color. No tiene banderas. La vida es vida. Y la defensa de la vida tiene que tener una visión 360°. No puede ser parcial. No puede ser dogmática. La vida es vida. Hoy es 24 de marzo, se cumplen 32 años del inicio de la dictadura más crúel que soportó Argentina. Pero, inmersa en la década más violenta que vivió el país. Porque los milicos se despacharon a miles de personas. Pero, existían grupos armados de diferentes colores que mataban gente a lo loco. Yo era chico, tenía 9 años en 1976. Pero, recuerdo claramente las bombas, los tiroteos, las sirenas, las evacuaciones del colegio donde iba. No necesito que nadie me la cuente. La viví. Fue una verdadera mierda. No había paz. Había violencia permanente. Y no entiendo como alguien puede ser tan hijo de puta, para 30 años después, seguir reivindicando uno de los bandos que se enfrentaron, con la gente inocente como campo de batalla. Para mi la verdadera justicia sería que los responsables de cada muerte. Cada uno que se llevó una vida, sea castigado. Sea de izquierda, de derecha, de centro, un oportunista o los oficialistas que existieron siempre. Porque al golpe de Videla, lo apoyaron muchos grupos que hoy lo repudian.
La vida es vida. Yo defiendo la vida. Y quiero juicio y castigo para todos, pero todos lo que hicieron de los 70 una década nefasta.